La estatua MARIA omnia plena (llena de todo) está revestida con una superficie de malla que la hace transvisual y contiene todo lo que la rodea.
Al mismo tiempo, con las mutaciones que permite la malla, según los puntos de vista y la luz, el conjunto la contiene.
Concebida para ser tocada con los ojos y no vista con las manos, las dimensiones de esta escultura varían desde 8,66 pulgadas (22 cm) hasta 10 pies (3 m) y más, previa solicitud.
Reproducir el icono MARIA con una superficie de malla e imprimirlo en 3D no solo lo hace transvisual, de ahí Omnia Plena, sino también ascendente, de ahí MARIA Ascendit.
Fabricada en poliamida blanca con impresión 3D aditiva, la ampliación de tres metros pesa 32 kg y permite una suspensión en el aire no invasiva con cables de nailon transparentes.
Aplicar la impresión 3D y una ingeniería sofisticada para ensamblar las piezas que componen las ampliaciones fue el legado más desafiante. El efecto de un holograma es bien conocido y se emplea con frecuencia, pero con MARIA Ascendit se materializa en un cuerpo físico que puede dialogar con la luz circundante y todo lo que lo rodea. Ingeniería sofisticada para ensamblar las piezas que lo componen. las ampliaciones fue el legado más desafiante.
Incluso con la escultura podemos, ahora, tocar con nuestros ojos la Ascensión de MARÍA.
Imagina a MARIA Ascendit en…
MARIA ASCENDIT
un camino para nuestra ascensión
Contemplé fascinada la escultura MARIA de Guido Dettoni della Grazia suspendida en el aire conteniendo toda la materia y luz que la rodea viajando en su interior.
Durante más de dos mil años, las representaciones escultóricas de María han tenido los pies anclados en la tierra acompañándonos en nuestro viaje del alma. Ella y nosotros, aquí, atados al suelo, anhelando el reencuentro, sintiendo la extrema densidad de la materia como un reto difícil de superar.
Por el contrario, solo las representaciones pictóricas la elevaban de forma no tangible, virtual, liberándola de la densidad de la materia.
Ahora, a comienzos de este siglo XXI, el autor de Maria Ascendit, se vale de la técnica de impresión 3D y de una superficie reticular para conseguir la ligereza y la transvisualidad de una escultura tangible que puede suspenderse para convertirse en el mismo entorno que la acoge. Una pintura, un fresco o un holograma equivaldrían a un fotograma de la narración visual, mientras, Maria Ascendit es la misma narración visual: la que propone el templo con su arquitectura o un entorno natural con su escenografía. La escultura da, pues, casi forma a la esperanza de poder ascender con ella.
La técnica empleada para conseguir este resultado surge de la tecnología, elemento distintivo de esta nueva era. La misma que puede separarnos y disgregarnos, que nos puede convertir en casi autómatas, pero también la misma que nos permite ahora -por primera vez- que una representación escultórica de María pueda ascender. En un mundo dual -nosotros mismos somos duales- la tecnología también lo es. Nosotros elegimos que aspecto de la dualidad deseamos vivir.
María ya ha iniciado el camino del Retorno. Contemplarla suspendida en el aire nos invita a seguirla. Maria Ascendit nos demuestra como la materia puede ascender desprendiéndose de todo lo innecesario, dejando tan solo lo esencial, aquello que nos da forma y que, a su vez, nos permite contener la luz en nuestro interior.